El Congreso dispuesto a combatir la práctica de la reduflación
O lo que es lo mismo, cuando te dan menos que antes pero por el mismo precio
La reduflación es un término que combina las palabras "reducción" e "inflación". Se refiere a una estrategia utilizada por las empresas para combatir el aumento de los gastos de producción sin incrementar el precio visible de sus productos. En lugar de subir los precios, las compañías reducen la cantidad de producto que ofrecen en el mismo empaque o envase, de manera que el consumidor paga lo mismo, pero recibe menos.
Por ejemplo, en lugar de aumentar el precio de una bolsa de patatas fritas, una empresa puede reducir la cantidad de patatas en el paquete, manteniendo el tamaño del mismo y el precio iguales. A simple vista, el cambio puede no ser evidente, pero el consumidor está obteniendo menos por su dinero.
Este fenómeno no es nuevo, pero se ha vuelto más común en tiempos recientes debido a las presiones inflacionarias globales. Las empresas buscan evitar el impacto negativo que un aumento de precios podría tener en sus ventas, optando por este método más sutil, pero que tiene un efecto similar: el consumidor paga más por unidad de producto sin que el precio final haya cambiado.
¿Por qué las empresas recurren a la reduflación?
Existen varias razones por las que las empresas optan por la reduflación en lugar de simplemente subir los precios:
- Evitar la percepción de precios altos: cuando los precios suben de manera directa, los consumidores lo notan inmediatamente. Este tipo de aumento puede generar una reacción negativa, como la disminución de las compras o la búsqueda de productos alternativos. La reduflación permite que los precios se mantengan "congelados" y menos perceptibles, lo que disminuye la posibilidad de que los consumidores se quejen o cambien de marca.
- Márgenes de beneficio: al reducir la cantidad de producto, las empresas pueden compensar el aumento en los costos de producción y transporte, lo que les permite mantener o incluso aumentar sus márgenes de beneficio sin tener que renegociar precios con los distribuidores.
- Competitividad: en mercados altamente competitivos, aumentar precios puede hacer que una marca pierda terreno frente a sus competidores. La reduflación permite a las empresas mantenerse competitivas en términos de precio, aunque el valor del producto se haya reducido.
Para los consumidores, identificar la reduflación puede ser complicado, ya que las empresas suelen implementar este cambio de forma discreta. Sin embargo, hay algunas señales que pueden ayudar a detectar cuándo un producto ha sido afectado por este fenómeno:
- Revisar el peso neto o la cantidad: la forma más directa de detectar la reduflación es comparar el peso neto o la cantidad del producto con versiones anteriores del mismo. Muchas veces, el empaque será idéntico o casi idéntico, pero el peso o la cantidad de producto será menor.
- Prestar atención a los tamaños estándar: algunos productos, como el papel higiénico o los refrescos, suelen venir en tamaños estándar (por ejemplo, 12 rollos por paquete o 1 litro de refresco). Si notas una disminución en la cantidad de rollos o en el volumen de la bebida, es probable que estés ante un caso de reduflación.
- Comparar precios por unidad: en lugar de fijarse únicamente en el precio total del producto, es útil prestar atención al precio por unidad de medida (gramos, litros, etc.). Esto te permitirá tener una mejor idea de cuánto estás pagando realmente por el producto y detectar si estás recibiendo menos por el mismo precio.
- Estar atento a los cambios en el diseño del empaque: a veces, la reduflación viene acompañada de un rediseño del empaque o de promociones que desvían la atención del consumidor del cambio en la cantidad de producto. Si un producto que compras regularmente ha cambiado su diseño o parece tener una nueva imagen, es posible que también haya reducido su cantidad.
Luchar contra esta práctica
Aunque esta práctica es legal, no dejar se ser algo que perjudica a los consumidores, toda vez que estos, en la mayoría de las ocasiones, no tienen la información necesaria para confirmar que está pagando lo mismo por una cantidad menor. Tan sólo su intuición y percepción le puede hacer sospechar de que esto ocurre.
Un estudio indica que el 54% de los consumidores ha detectado esta práctica, sobre todo en productos como el pan, snacks, arroz pan, dulces y comida precocinada. Por todo esto, el Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a tomar medidas que protejan a los consumidores de esta técnica de las empresas.
A diferencia de otros países, como Alemania o Francia, donde sí existen normas que luchan contra la reduflación, en el nuestro todavía no hay leyes específicas al respecto. Siguiendo la estela de esos países el Congreso de los Diputados ha propuesto una serie de medidas que tengan por objeto una mayor transparencia (las marcas tendrán que informar claramente de la disminución del peso o tamaño), el análisis de los precios (reforzando las campañas de inspección) y las campañas informativas (aumentado la colaboración con las asociaciones de consumidores y usuarios).
Para saber más: